martes, 10 de noviembre de 2009

Lecciones de fin de año


Cada año que se va y no siempre las cosas mejoran día a día.


Reflexionando hasta las 5am de hoy, me di cuenta de lo extremadamente rápido que paso el año. Ya es noviembre y en un par de semanas será un nuevo año; y cada día es más difícil de vivir que el anterior.
El 2009 ha sido un año difícil de entender y pues si 10 veces me he dado en la madre son pocas. Este año sirvió para madurar, a golpes; pero madurar. Todo empezó tan raro más incierto de lo normal. Cambio de colegio, cambio de amistades, cambio de vida.
Yo mostraba resistencia hacia las cosas de Dios, tanto daño me habían hecho esas personas que dicen ser cristianos que, ayudan al prójimo sin recibir nada a cambio; que me había resentido con aquel que nunca me ha fallado. Hasta encontrarme entre la espada y la pared varias veces logre entender y dejar de actuar a la defensiva. Aprendiendo a descifrar las señales con las que nos habla Dios todos los días.
El 2009 un año difícil, con limitaciones de toda clase. Empezando por que mi papá se enfermo de tantas decepciones; muchas veces creímos que se iría de nuestro lado por tanta tristeza y Dios ha tenido misericordia de él, a pesar que no ha sido el mejor ejemplo de padre o esposo. Tantas veces este año nos hemos preguntado ¿qué será de nosotros si él falta? Y da miedo; yo aún tengo miedo. Mi mamá no puede mantenernos a mi hermana y a mí por su cuenta. Ella trabaja tanto, se desgasta y casi ni la vemos. A mí me molesta porque, hay momento que uno quisiera contarle a alguno de sus padres, lo que sucede día con día y no hay nadie. La rutina de todos los días, desayunan, se van, mi mamá regresa noche a seguir con los negocios, mi papá anda jodiendo en alguna parte, mi mamá se duerme temprano no le habla a nadie y mi papá aparece por algunas horas de la madrugada.
Que nos toca a la Caro y a mí pues, tragarnos todo eso.
Pasar encerradas todos los días de nuestra vida esperando que alguno llegue temprano para que nos cuente como le ha ido o algo así. Pero, de todas maneras no dicen nada.
Por lo menos cuando íbamos al colegio era más fácil distraerse, por que al menos había tarea o alguna otra cosa. Bueno, yo estaba tan mal que ni tareas hacía. Pasaba en una duda existencial todos los días; era como vivir obligadamente. Así que el no tener nada que hacer, lo tendría que hacer peor más no es así. Quizás porque ya veo las cosas de diferente perspectiva.
Es feo levantarse, comer, ir por ahí como un zombie viviente; cuantas veces se me cruzo por la mente irme de mi casa desaparecer una mi semana para que ellos sintieran lo mal que se siente estar en una casa donde nunca hay nada. La refrigeradora llena más nadie come nada, la misma rutina todos los días: quejarse, gritar, enojarse y huir. Lo bueno es que ellos si pueden escapar y a uno lo dejan como entre rejas sin poder salir pero, quizás hasta el momento empiece a entenderlo.
El 2009 no fue lo que yo esperaba, quizás no esperaba mucho, quizá lo normal. Ir bien en el colegio, que mis papas me quisiesen, no sé; Cosas así. De estas cosas todas absolutamente todas me salieron al revés. Pero, hoy estoy feliz por eso. Como termina el año, pues por fin entiendo que es cierto el dicho “no hay mal que por bien no venga”.
Por poco pierdo año, me hayan cambiado las notas o no, fue mi culpa. Espero no volver a pasar esa tragedia otra vez en la universidad. Mi papá es un hecho que jamás me va aceptar como soy, entonces no queda más que ser uno mismo. Hay que verle el lado positivo a las cosas, ahorita hasta me da risa todo lo que me ha pasado. ¿Será que he madurado?
Me recuerdo que yo le decía a mi hermana, yo no puedo ser seria porque, sería aburrido. Entonces tomaba todo a broma incluso mis propios errores y eso no me hacía realmente aceptarlos y tratar de cambiarlos. Quizás me volví muy materialista, estaba más pendiente en cosas huecas y tontas. A pesar, que yo nunca he sido de esa manera.
Hoy digo no tiene nada de malo, ser un poco reservado. Es más divertido de esa manera. Gracias a Dios, he tenido tiempo de reestructurar mis prioridades; es inútil tratar de evadir lo que somos. Eso quizás es lo me hacía infeliz.
De que me sirve ser bonita, hermosa, agradable y todo lo que me dice la gente todos los días; hasta me incomoda un poco, sino estoy bien conmigo misma. Esto es lo que he aprendido en el 2009.
Que más me ha traído el 2009…
Pues también grandes sorpresas cosas que daba ya por pérdidas, Dios me las ha regalado. He encontrado personas sinceras, humildes dignas de admirar, entregadas a Dios, con una fe inquebrantable ¿quiénes son? Las que fueron mis amigas en el Luz de Israel. Con ellas he aprendido tantas cosas, me sentí como en casa. Romeo y Sheyla fueron a parte de mi Hermana y Tony las únicas personas que confiaban ciegamente en mí también, incluso cuando ni yo confiaba en mi misma. Quizás ellos no saben lo agradecida que estoy con ellos, quizás a muchos les falle y me siento mal por eso. Quizás con algunos ya no sea lo mismo que hace un par de meses ó no sé si los volveré a ver en los años que vienen. Lo único que sé es que son de esas personas que conocí este año en ese lugar tan misterioso y enigmático no las encontramos una sola vez en nuestra vida y jamás las podremos olvidar por qué parte de nuestro ser es gracias a ellos. Las palabras no me alcanzan para agradecer lo que estas personas han hecho de mi persona, a pesar de muy diferentes a mí y solo me queda decirles que a pesar de todo irán conmigo donde quiera que yo este con mis pensamientos.
Todo lo que yo le había pedido años atrás a Dios, él me los dio quizás no de la manera que yo esperaba pero, resultaron más satisfactorias.
Nada es imposible para un hombre si esta de la mano de Dios.
Yo nunca fui muy religiosa y ni lo soy (lo he expresado muchas veces) pero, este año pues he mantenido mis convicciones acerca de muchas cosas y así es como Dios nos escucha. Porque Dios primeramente ve nuestro corazón.
En el 2009 aprendí a sentir esa confianza ciega de que a pesar de las desgracias el Sol siempre iba a salir y se termina el 2009 y no me arrepiento de ninguna cosa.
Solo le pido a Dios que me dé más vida para ser mejor persona y ver a mi familia feliz.
Me han preguntado tantas veces porque no necesito estar con alguien para sentirme agradecida de lo que me rodea. Pues, porque el amor se manifiesta de tantas maneras, que a veces no podemos explicarlas. Como todo a golpes, lo comprendí también.
Hace un par de días estuve en Guatemala, una visita casual y pues me encontré con una persona que sin querer me cambio la perspectiva de la amabilidad. Meses atrás anduve por la Antigua buscando respuestas de muchas cosas y me encontré con la señora más amable que haya visto en toda mi vida, era la empleada de un humilde lugar donde nos toco hospedarnos. Desde el primer momento supe que era una persona inusual, de esas que se ven una sola vez. Era semana santa y yo quería subirme al techo de alguna iglesia y que acabaran mis días ahí, quería estar sola, quería morderme yo sola y me fui a ver la luna en una terracita que tenían. Y la vi esperando a su esposo pensé que no me había visto y sin conocerme me alentó, me trato como si fuera una hija suya, dejo que me desahogara con ella, al principio pensé ¿será realmente qué querrá ayudarme?, pase 5 días en ese lugar y pues me gustaba pasar con ella después de llegar de dar un paseo y a pesar de haberla conocido tan poco tiempo, logre comprender su felicidad. Esa mujer era la más feliz que haya conocido antes y esa felicidad y ansias por vivir se transmitían hacía los demás empleados del lugar, a sus hijos.
Termino la semana santa y me tuve que ir; no me lo espere el llorar por dejar ese lugar. Pero, lo hice. Más que la señora me dijo que se había sentido muy feliz de haberme conocido, que hubiera querido que estuviera más tiempo pero que se sentía feliz y lo que me mato fue que me dijo yo se que Dios va a hacer de usted grandes cosas y pues espero volverla a ver para sentirme más orgullosa de lo que estoy. Ahorita al escribirlo me siento como en ese momento, con un nudo inmenso en la garganta, con ganas de llorar. Hubiese querido que mi mamá me hubiera dicho esas palabras. Pero, Dios nos habla por medio de muchas cosas nos da eso que nos hace sentir no sé…no sé cómo explicarlo. Me fui de la Antigua y sentí que tenía que regresar algún día, sin que yo lo planeara. Regrese la vi pero, no pude hablar con ella. Ese día fue como haber regresado en el tiempo, el ambiente parecía ser el mismo de esos días. Otra vez sentí que era Dios tratando de hablarme y todavía siento que tendré que regresar una última vez para terminar lo que inicio en ese lugar.
Tantas cosas me ha dejado el 2009, dolorosas, difíciles pero, no las cambiaría por nada en esta tierra.
Cada año que pasa y las cosas no mejoran día con día, el proceso de cambio es lo que hace interesante nuestra vida. No todo es como lo deseamos pero, hay veces que resultan más sencillas pero te llenan más de plenitud.


Con lo único que no estoy muy conforme es, que por que la mayoría se empeña en verme el exterior y no el interior que es lo que cuenta.
Bueno Dios sabrá porque.

Bueno pásenla bien.

Mis mejores deseos

Carmen

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