jueves, 26 de noviembre de 2009

María


María pensando cosas de la vida
Sintió en el aire la esencia
De su amor prohibido.


Los arboles le susurraban al oído
Lo que ella moría por decirle

Pero, el viento la alentaba
A seguir como lo hacía…

Amándolo en secreto
Velando sus noches de desvelo
Pidiendo a las estrellas
Su amor, su gran anhelo.


Así pasaban los días
Y María ilusionada
Le pedía al creador
Que esa oportunidad
Fuese suya.


A María no le importaba
Esperar, y esperar
Aunque fueran…
Dos, diez o mil años más
El amor que ella sentía
No iba a terminar jamás.

Pobrecita la María
Se escuchaba por ahí
Es tan tonta, tan ilusa
Porque me desprecias así

Esta ciega, estás loca
Nadie te querrá como yo te quiero a ti...
Pretendientes lo decían
Más de uno y con razón…


Confundida la María
Recibió su petición
Más hermosa, más perfecta
De lo que ella imagino

Y así se despidieron los astros de María
Suspirando destellos hasta la eternidad...

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